sábado, 20 de septiembre de 2014

LOS VÍNCULOS EMOTIVOS EN LA AMISTAD


El poder de las emociones, a menudo, se subestima, lo que provoca que los vínculos afectivos se acaben rompiendo. 


Todos necesitamos a alguien en quién depositar nuestra confianza, a quién acudir cuando las cosas se ponen difíciles, con quien llorar y con quien reír, y también quien nos valore y nos aprecie.

Entonces, ¿cómo crear, mantener o mejorar los vínculos afectivos con nuestros amigos?

Aceptar los defectos de los demás es el primer paso para crear relaciones duraderas y felices. 


Sobre esta base, los desaciertos o errores se asumirán de forma menos traumática y dejarán de ser un factor decisivo a la hora de deteriorar o incluso romper los vínculos afectivos. 

De este modo, también se apreciarán mucho más los aspectos positivos del otro y se valorará a las personas en su justa medida, sin tener que ofenderse por ello ni incurrir constantemente en descalificaciones. 

Las muestras de cariño no deben faltar nunca, a pesar del paso del tiempo que contribuye a enfriar este tipo de gestos. 

El psicólogo Goldsmith es tajante en este sentido: “Las personas que se tocan, se abrazan y se toman de la mano suelen tener menos discusiones y disfrutan más de la vida”. 

El tacto es pues, una de las formas de comunicación más poderosas.

Los amigos es un excelente trampolín para alcanzar la felicidad, por lo que cuidar su bienestar beneficiará a uno mismo, aun en los momentos difíciles. Si tu amigo tiene un problema, debes ser el primero en estar allí.

Es importante verbalizar las emociones y los sentimientos. No siempre expresamos con palabras lo que pensamos, principalmente cuando se trata de cuestiones positivas, pero para mantener una buena relación es fundamental acostumbrarse a decir las cosas. 



Tanto hombres como mujeres necesitan a menudo comprobar que son valorados por sus seres queridos y amigos. 

Simplemente expresar agradecimiento por estar en tu vida es una de las herramientas más poderosas para reforzar los lazos de cariño y amistad. 

Nunca debemos cansarnos de dar las gracias y reconocer con un beso o un abrazo los buenos gestos de los demás. 

Dice un refrán que “El agradecimiento es el más efímero de los sentimientos humanos” y con mucha frecuencia parece tener razón. La gratitud es propia de los verdaderos amigos.

¿Cuántas veces nos hemos sentido mal con un amigo porque no ha sido agradecido del tiempo que le damos? Por ello, debemos agradecerle su tiempo, los buenos ratos que nos hace pasar, su ayuda cuando nos sentimos mal. 

Ser honestos y mantener el compromiso de esforzarse por el bien común ayuda a superar las malas rachas o problemas por los que pueda atravesar una relación de amistad. Todo el mundo se merece una segunda oportunidad.

Recordar los buenos momentos de vez en cuando ayudará a sacar las fuerzas necesarias para reconducir la amistad, si se está pasando por un mal momento. Revivir los episodios más felices es una motivación extra para afrontar los baches y mirar al futuro.

Estar disponibles cuando los amigos nos necesiten y apoyarse mutuamente es uno de los dos pilares de las relaciones o de amistad. El segundo es la lealtad, por lo que es mejor solventar siempre las dudas, de compromiso mutuo.

Todo el mundo necesita en algún momento un hombro sobre el que apoyarse. Hay quien piensa que esta necesidad de apoyo es una señal de debilidad, pero esconderlo sólo complicará las cosas con la gente que te rodea. Además generará inseguridad por parte del propio afectado y desconfianza por parte de las personas que lo rodeen.

Es necesario aclarar cualquier cambio en los sentimientos que se profesen hacia los demás. Si surgen las dudas, lo mejor es admitirlo y discutirlo con la otra persona. La comunicación directa es la mejor herramienta para saber realmente lo que se quiere y lo que realmente se espera de uno.


La amistad se produce de forma fortuita e inmediata, casi siempre, sin buscarla. 

Y todo comienza porque alguien “nos cae bien” y empatizamos: principios, valores, sentimientos, gustos, aficiones, opiniones, ideas o creencias en común son algunos de los aspectos que nos hacen sentirnos a gusto con otras personas y entablar una amistad.


Para que la amistad sea verdadera, debe existir algo en común. El interés común puede ser una misma profesión, una misma carrera, un pasatiempo en común.

La amistad es cariño, aprecio que promueve a darse y para ello, es necesario encontrarse y conversar. Después, con el tiempo, la amistad puede desarrollarse en profundidad y en extensión mediante el trato, el conocimiento y el afecto mutuos.


La amistad no puede desarrollarse sin cultivarse continuamente, sin tratarse a menudo. Cuando dejamos de ver durante muchos años a nuestros amigos, apreciamos que parecen personas totalmente diferentes, es decir, no existen intereses, vivencias o vínculos comunes que desembocan en un diálogo superficial absurdo. La amistad es algo que requiere continuidad en el trato.

Conocer bien al amigo es saber de su historia pasada, de sus quehaceres actuales y de sus planes futuros; y del sentido que da a su vida, de sus convicciones; y de sus gustos y aficiones, y de sus defectos y virtudes. Es saber de su vida, de su forma de ser, de comprenderse; es… comprenderle. Comprender al amigo es meterse en su piel y hacerse cargo.

Para que una amistad sea verdadera, no basta con caerse bien, hay que dar el paso definitivo, que es: ayudarse de una manera desinteresada, sin esperar nada a cambio. Al amigo se le quiere porque él es él y porque yo soy yo. La amistad se orienta hacia el tú y consiste más en un servir que en un sentir.

La generosidad nos ayuda y facilita el dar que es esencial en la amistad. El dar y el darse es lo que realmente define la amistad. El amigo de verdad es generoso y da. Da sus cualidades, su tiempo, sus posesiones, sus energías, sus saberes. Y lo hace para procurar ayudar eficazmente al amigo.

No es amigo ni el compañero ni el camarada. Tampoco es amigo que el busca aprovecharse del otro. La verdadera amistad no es intercambio de favores sino servicio afectuoso y desinteresado, consistente en la potenciación del TÚ y el destierro el YO. 

El Yo es un enemigo mortal de la amistad. El orgullo y el egoísmo no caben en la amistad. El orgulloso no mira más allá de su persona, de sus propias cualidades, de sus intereses. No es capaz de ayudar a nadie.

Ser amigo de verdad no es fácil, pero el esfuerzo vale la pena. Es un privilegio y una gran satisfacción tener amigos de verdad: estar con ellos, charlar, ayudar o ser ayudado, disfrutar y alegrarse con ellos ¡poder contar con ellos! 
Tener confianza en el amigo significa que tenemos la seguridad moral de que responderá favorablemente a las esperanzas de amistad que depositemos en él. La confianza mutua hace posible la autenticidad.

Debemos mirar generosamente, con respeto y con cariño. El egoísmo se opone radicalmente a la amistad.

Un acto de generosidad especialmente difícil es el perdonar. Debemos comprender y saber los motivos de una acción que nos ha hecho daño. Saber perdonar es propio de almas sabias y generosas.

No hay riqueza más valiosa que un buen amigo seguro. Ser leal supone ser persona de palabra, que responda con fidelidad a los compromiso que la amistad lleva consigo. Leales son los amigos que son nobles y no critican, ni murmuran, que no traicionan una confidencia personal, que son veraces. Son verdaderos amigos quienes defienden el interés y el buen nombre de sus amigos.

Ser leal también es hablar claro, ser franco. Debemos también ser leales en corregir a un amigo que se equivoca.

Las amistades se cultivan, se mantienen y maduran. Es fácil hacer amigos, pero es mucho más difícil mantenerlos. La vida pone a prueba la generosidad, la lealtad, el agradecimiento, y no siempre se sale bien de ella. De aquellos amigos del colegio, poco a poco, la lista se hará menor. De un grupo de 30 o 40 amigos, acabarán quedando, para toda la vida 3 o 4.

El hecho de que alguien no tenga muchos amigos no es algo que deba permanecer así. El cultivar aficiones o asistir a alguna clase que nos interese es uno de los mejores medios para hacer amigos. Una cosa maravillosa de la amistad, es que incluso la gente más tímida puede hacer amistad ¡Con otros tan tímidos como ellos mismos! Hacer nuevos amigos es abrir horizontes. Si alguna vez algún amigo nos ha pagado mal, no significa que ocurra así con todo el mundo. Lo peor que puede hacer cualquiera es cerrarse.

Un punto fundamental al entender la amistad, es que las personas ni somos perfectas y cambiamos poco a poco, es decir, que no siempre encontraremos un “solo mejor amigo”. Habrá quien comparta con nosotros nuestras aficiones, otro quizá nuestros problemas, otro nuestros sueños. Querer buscar que una sola persona llene todas nuestras necesidades de amistad es algo que podría llegar a ser una utopía. Además ¿Quién dijo que no se pueden tener varios amigos?

Así como la amistad sana es un valor esencial para nuestras vidas, el tener una amistad con la persona equivocada puede serla fuente de muchos dolores de cabeza. Problemas de droga, delincuencia, baja en el desempeño profesional, problemas familiares son unos cuantos efectos de las malas amistades. La amistad es compartir, pero no es complicidad. También es importante recordar que somos personas individuales, con una conciencia individual. El hecho de que tal o cual amistad “lo haga”, no significa que nosotros debemos hacerlo. Tampoco podemos esconder nuestra conciencia individual en una conciencia “compartida”. Es el caso típico de alguien que se mete en problemas serios porque salió con los amigos y se perdió el control. “Más vale solo que mal acompañado” es un adagio que, de haber sido practicado a tiempo, podría haber evitado muchos problemas.

domingo, 14 de septiembre de 2014

CUALIDADES PARA EL ÉXITO




El éxito es la aplicación diaria de la disciplina hacia un objetivo.



Ser una persona con éxito es el anhelo de la mayoría de los mortales. Pero tener éxito no tiene nada que ver con la suerte.

Entonces ¿qué es el éxito? El éxito es la consecución de los objetivos y metas establecidas por una persona. 

Pero no tenemos que pensar en él como algo grandilocuente o pomposo. Se puede hablar también de éxito en los pequeños detalles de la vida, en lo cotidiano.

Si queremos alcanzar el éxito es preciso poner en práctica algunas ideas:

1. Definir propósitos, objetivos y plazos

Lo primero de todo, es meditar cuales son nuestros ideales de vida, qué queremos conseguir, tanto sean logros materiales como personales y sobre todo, que sean realizables.

Terminar con el hambre y las guerras en el mundo es un propósito altruista y bonito, pero difícilmente alcanzable por uno mismo. Es necesario determinar  objetivos que sean cercanos y factibles y después, establecer con precisión, el alcance de nuestros objetivos en cuantía y tiempo de consecución, para no divagar.

2. Visualizar el éxito.

Una vez que sabemos lo qué queremos y cuándo conseguirlo, el siguiente paso es visualizarlo.  Verse a uno mismo en el estado final de tanto esfuerzo, pensar que ya lo hemos conseguido e intentar personificarse en ese "yo" exitoso. 

Esta técnica es muy válida para muchas facetas que requieren disciplina y esfuerzo, como por ejemplo ponerse a dieta.

3. Disciplinadamente ocupados


La capacidad de trabajo, para la que se requiere fuerza y energía, es fundamental en las personas de éxito. Tener un ritmo alto de trabajo, nunca parar de trabajar y ni perder un minuto, siempre con disciplina. La búsqueda de la excelencia es dar y estar al 100% en todo lo que hagamos.

4. Saber decir que no


Las personas con mucho éxito dicen "no" a casi todo puesto que el éxito requiere voluntad y concentración, y la concentración supone decir que no a muchas distracciones mediante la voluntad.

5. Conocerse a uno mismo


Debemos minorar nuestras debilidades y potenciar nuestras virtudes. 

Identificar las posibilidades de mejora y no perder el tiempo realizando tareas en áreas en las que seamos poco competentes, o tengamos pocas posibilidades. 

Concentrarse en las propias fortalezas y no en las debilidades es lo que diferencia a una persona exitosa de una fracasada.


6. Cultivar los amigos y los contactos


Nadie llega al éxito solo, y tener una buena red de contactos y amigos es fundamental para triunfar. Procurar que la gente se encuentre a gusto con nosotros, ser sociable, invitar a cenar, quedarse con los nombres, hacer amigos. Si somos amables y simpáticos con los demás, estos terminarán por devolvernos el buen gesto.


7. Generar la buena suerte


Existen ciertas personas que actúan como un imán, atrayendo sin esfuerzo  la suerte, porque se comportan de un modo que maximiza la posibilidad de encontrarse frente a buenas oportunidades: son más extrovertidos, abiertos a nuevas ideas, optimistas e instintivos y generan sus propias posibilidades de triunfar.


8. Tener determinación

La capacidad y la aptitud, la creatividad y la inteligencia son factores muy importantes, pero la perseverancia, la constancia y el convencimiento en lo que uno hace son, si cabe, más fundamentales.

Cuando las personas exitosas fracasan, no pierden el tiempo quejándose, lamentándose, culpándose o,  tirando la toalla. 

En lugar de eso, contemplan el fracaso como una experiencia didáctica de la que extraen lecciones para futuros proyectos.

9. Cometer maravillosos errores

Los errores son inevitables y mucho más didácticos que los éxitos, si sabemos aprender de ellos. El éxito es la habilidad para ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo.

El éxito es como un cometa que va dejando una estela de fracasos a su paso y sin embargo, no significa que cese en su avance.

Las personas que, ante los fracasos, desisten o pierden las ganas o se dejan intimidar por aquello que no les sale bien a la primera, dejan de ser perseverantes y terminan siendo personas fracasadas.

Debemos tener en mente y siempre presente que se aprende infinitamente más de un error o de un fracaso que de una victoria.

10. Elige un mentor

Nadie nace sabiendo cómo desenvolverse en el ámbito del éxito solo; es necesario que un maestro jedi que nos dé algunas claves, consejos y sugerencias que nos permitan definir y seguir nuestro camino. 

Cuando alguien, desde el inicio, nos enseña a hacer las cosas bien, sin darnos tiempo a tener hábitos viciados o manías perniciosas, nos enseña una lección que no se paga con dinero.






miércoles, 10 de septiembre de 2014

EL SOMBRERO: COMPLEMENTO MASCULINO POR EXCELENCIA









Un sombrero es una prenda de vestir que se utiliza específicamente para cubrir la cabeza, ya sea del sol, el frío o incluso, en algunos países, marcar el estatus social del portador. 


El término sombrero se ha modificado, convirtiéndolo en un término específico para designar al accesorio que tiene un ala alrededor de la corona, sin embargo se le puede llamar sombrero a todo accesorio que sirva para cubrir la cabeza y que se adapte a la forma de ésta.


El sombrero es el complemento masculino por excelencia, el más elegante y antiguo. Con el tiempo fue cayendo en desuso, pero en los últimos años se ha convertido en tendencia masculina de todo gentleman o dandy. 

Historia del sombrero

El sombrero ha formado parte de la indumentaria tanto masculina como femenina desde la Antigüedad. 

Su uso, significado y lenguaje, sin embargo han variado con el tiempo. De ahí la expresión “quitarse el sombrero”, descubrirse la cabeza era un signo de respecto y reconocimiento a la persona ante la que te quitas el sombrero.

En otras épocas, el sombrero fue símbolo de posición social y hasta de significación política. Actualmente es un accesorio de moda más, aunque su utilización y percepción no es la misma en España que, por ejemplo, en Gran Bretaña. Cada sociedad ha tenido su personal historia en relación al sombrero.

En casi todas las civilizaciones antiguas, el adorno de cabeza era un accesorio básico de la indumentaria en todas las clases sociales, aunque está más presente en algunas culturas que en otras. 

A lo largo de la historia y en función de la época y la cultura, el tipo y uso de sombreros ha ido variando muchísimo. Podríamos decir que el siglo XVIII en occidente vivió la apoteosis del sombrero. Eso sí, eran las clases de mayor nivel adquisitivo las que marcaban el paso de la moda y del lujo en ropas y complementos. Los aristócratas franceses, tanto hombres como mujeres, se llevaron la palma con vestimentas, sombreros, adornos y peinados espectaculares.

En el siglo XIX vimos a los caballeros con sombrero de copa para vestir, combinado generalmente con chaqué o frac y sombrero bombín, para el día a día. Incluso hasta bien entrado el siglo XX, el sombrero era seña de identidad de la clase alta y elemento que distinguía al caballero del obrero.

A partir de los años cuarenta del siglo XX, desciende notablemente el uso de este accesorio tanto en hombres como en mujeres, quedando reservado prácticamente a la protección frente a la exposición al sol y en actos solemnes y de rigurosa etiqueta.

Es verdad que no en todos los países se vivió la misma evolución, pero en términos generales y a pesar de los esfuerzos de algunos modistos de renombre por resucitar el sombrero, su uso no fue ni mucho menos popular pues la moda inició caminos nuevos de practicidad y comodidad en los que el sombrero no tenía cabida.

Partes de un sombrero

Corona o Copa: Es la parte superior del sombrero que se adapta a la forma del cráneo, limitando su circunferencia. Ésta puede tener diferentes formas, regularmente redonda, cónica o truncada.

Borde o Ala: Es la parte del sombrero que consta de una superficie que recorre la circunferencia del sombrero, cumple la función de proteger al usuario de los rayos solares. El término ala también es aplicado a la parte lateral de algunos sombreros como el chullo y el ushanka, que tiene la finalidad de proteger o cubrir las orejas del frío.

Banda suave: Es la parte interna del sombrero, regularmente hecha de materiales muy suaves que entra en contacto directo con el cráneo del usuario y que tiene la finalidad de ajustar correctamente el sombrero a la cabeza y detener el sudor.

Banda del sombrero o Cinturón: Es la franja de algún material que se encuentra en el exterior del sombrero, entre la corona y el borde. Sirve para darle forma al sombrero o como simple ornato.


Tipos 



Chambergo. Un sombrero de fieltro o tela utilizado entre los siglos XVII y XIX. Constaba de un borde amplio diseñado para cubrir al portador de los rayos solares. El de" Ala Triste".



Akubra. Una variante australiana del chambergo tradicional, utilizado para protegerse de los rayos solares. Usualmente confeccionado en fieltro y con un ala grande. El de "Cocodrilo Dundee".




Bombín. Un tipo de sombrero clásico del gentleman inglés confeccionado en fieltro que se compone de un ala estrecha y una corona redonda. Rígido, de copa esférica como si fuera un casco, pues ése parece ser su origen. Popular entre el siglo XIX y los primeros años del siglo XX.  El de "Chaplin".

Canotier. Un sombrero fabricado en paja con corona plana. Asociado con los gondoleros de Venecia y la Belle Epoque de los años 20.  El de "Chevalier".



Capotain. Un sombrero con corona en forma de cono truncado que usualmente contenía un cinturón alrededor de la base de la corona y que formaba parte de la vestimenta del siglo XVI y XVII; es frecuentemente asociado con los pilgrims (peregrinos) de las congregaciones religiosas en la conquista de Estados Unidos. 




Borsalino o Fedora. Un sombrero masculino de fieltro con corona pinchada y con un lazo alrededor de la base de la corona. Suele ser negro o verde. El de los "gansters". 

Elegante y versátil. Actualmente, es tendencia en el street style masculino.




Homburg. Un sombrero masculino formal confeccionado en fieltro, mezcla entre el bombín por su ala corta y el Fedora o borsalino por la forma de su copa. Los colores más habituales son el negro, gris y marrón. "El de Humphrey Bogart".






Chistera o de copa alta. Un sombrero confeccionado en fieltro, seda o piel, que se compone de una corona cilíndrica y un borde semi-curvo. 

Popular en la moda masculina de clase alta entre los siglos XVIII y XX. Es el sombrero más solemne y formal.

Ottavio Nuccio Gala lo pone a disposición de sus clientes en varios tejidos y colores.




Porkpie. Un sombrero de Antonia o fieltro, de borde estrecho y corona plana, popularizado por el actor Buster Keaton.


Panamá o jipajapa. Un sombrero tradicional fabricado con hojas trenzadas de palma, originario de Ecuador. 

Utilizado en las zonas tropicales y playas, es el sombrero más informal.









Protocolo 

Las reglas básicas son:

1. El sombrero es un accesorio de día. La forma, color y estilo variará según el atuendo al que complemente y la formalidad o informalidad del acto al que asistamos. Para la tarde y la noche, mejor evitar adornos en la cabeza.

2. Las mujeres no se quitan el sombrero en ningún momento, estén donde estén. En las bodas, se acepta que sombreros y pamelas se retiren cuando da comienzo el baile.

3. En actos de etiqueta celebrados los hombres pueden llevar sombrero de copa con frac o chaqué siempre que el acto se desarrolle en el exterior y deben quitárselo en sitios cubiertos y en determinadas situaciones sociales, frente al paso de un desfile o procesión, etc.


4. Un caballero debe descubrirse cuando salude a un conocido, especialmente cuando éste sea una dama, cinco o seis pasos antes de llegar a él o ella, tomando el sombrero con la mano derecha, desprenderlo enteramente de la cabeza y, estirar el brazo hasta abajo, agarrando el sombrero por el borde y cubrirse de nuevo al alejarse.


5. Al entrar en un lugar donde hay personas relevantes, al dar o recibir una cosa, al conversar con personas de un estatus superior, etc. están obligados a descubrirse y mantener el sombrero debajo del brazo izquierdo o delante de sí, sobre el estómago.

Estilismo 
Unas reglas básicas para elegir el sombrero más adecuado a tu estilo y outfit.
-Usar la talla adecuada. Sí, ¡los sombreros tienen talla! Ni grande ni pequeño, a tu medida.
-Un outfit, un sombrero. Existen varios estilos, tejidos y colores de sombrero para cada atuendo. 
- Si eres de baja estatura, elige sombreros pequeños. 
- Si eres de estatura alta, no lleves sombreros pequeños; resultarán un poco ridículos.
- Si tu figura es ancha, lleva sombreros de copa alta y ala pequeña o mediana que te estilizarán.
- Los sombreros, como los outfits, cambian de tejido y diseño según las situaciones y épocas del año. 
- Recto o un poco ladeado son elecciones que cada uno debemos hacer a la hora de encajarnos un sombrero. La decisión final irá en función del modelo de sombrero de que se trate y de la forma de nuestro rostro.

Un sombrero para cada rostro

Si tu cara es redonda: elige sombreros de ala intermedia y evita los que tienen formas redondeadas.

Si tu cara es alargada o en forma de triangulo equilátero: inclínate por sombreros de formas redondeadas de copa baja y ala grande con caída.

Si tu cara es cuadrada: busca modelos de formas redondeadas y alas de tamaño medio, los sombreros desestructurados o de alas desiguales.

Si tu cara tiene forma de triángulo invertido: decántate por los sombreros de copa no muy alta y ala de tamaño medio y caída. Llevarlo bien encajado será una buena solución.

Si eres de cara ovalada: cualquier tipo de sombrero te irá bien.









     
Artículo escrito por Alberto Mestre en el blog:" Trajes de Novio CMoyano".




lunes, 8 de septiembre de 2014

TRAJES DE NOVIO: EL ESMOQUIN COBRA PROTAGONISMO EN OTOÑO






A menudo, escucho perplejo, la osada afirmación de que todos los trajes de novio son iguales, algo que discutiré siempre puesto que esta aseveración indica una absoluta ignorancia y desconocimiento de la moda masculina en general y de la nupcial, en particular.

Además, pone en evidencia la escasa importancia que se le otorga en nuestro país al novio y que se traduce en una falta de consideración generalizada a la hora de elegir vestuario para la boda, puesto que al restarle la importancia que merece, se pretende justificar el "todo vale" o, peor aún, que no importa lo que el novio se ponga.   


El traje de novio puede tener un estilo conservador o moderno, formal o informal, de mejor o peor calidad, propio o alquilado, hecho a medida o comprado en un outlet, negro o de color, etc. pero es imprescindible que sea elegido conforme a la personalidad y estilo propio del novio, a la hora de la boda, a la formalidad elegida para el evento, y nunca debe estar subordinado al vestido de la novia ni tampoco supeditado a tener que coordinar con los colores de la boda. 

El novio tiene muchas opciones a la hora de elegir como vestir en su boda: desde el impecable y tradicional chaqué matutino, pasando por el versátil traje sartorial, válido para cualquier ocasión, el joven y fresco esmoquin para la noche o el frac, distintivo de la máxima solemnidad nocturna.

Con la cercana llegada del otoño, el escenario de los trajes de novio se tranforma y ofrece un abanico con más posibilidades: los tejidos ligeros coloridos que se utilizan en verano, como el lino y el algodón, dejan paso a tejidos más adecuados para el otoño/invierno, como lanas frías, terciopelos y tartanes, más apropiados a la estación.

Casarse en otoño o en invierno requiere una atención aún mayor a los detalles, debido al hecho de que tanto la ceremonia como la recepción se celebran en un lugar cerrado, perdiendo la frescura y originalidad que, por ejemplo, tiene una ceremonia celebrada en la playa, en el campo o al aire libre.

Ottavio Nuccio Gala, siempre pendiente de ofrecer al novio una forma original y única de vestir, propone un punto de inflexión en la elección del esmoquin como traje de novio, si la boda se celebra por la tarde-noche, y ofrece la más amplia variedad de esmoquins en su colección Black Tie, que se ajustan al gusto, estilo y personalidad de cada cliente, siempre confeccionados con su extraordinario corte “Made in Italy”. 



Chaquetas de un solo botón forrado o cruzadas, con la tradicional solapa chal en satén negro o con solapa a punta, en satén o del mismo tejido del traje; El chaleco es una opción que aporta un paso más original que el clásico fajín: si el novio decide llevar chaleco, podrá ser el clásico modelo 5 botones, cruzado o el modelo con escote profundo y de solapa chal.

Si el novio decide llevar fajín con pajarita, podrá ser negro de satén de seda o de colores, según su gusto y personalidad. 

El pantalón del esmoquin es casi siempre negro, aún si la americana es de colores: el modelo clásico por excelencia está confeccionado con galones en satén negro, pero hoy en día se ha difundido también un modelo liso menos riguroso. 


En cuanto a los zapatos, las posibilidades son varias: modelo Oxford en charol negro, bicolor, slipper en terciopelo o en charol, etc.

El accesorio que, por excelencia, caracteriza a un novio con esmoquin es la camisa: algodón “doppio ritorto”, pechera plissè o piquè, abotonadura cubierta o vista, puño doble para gemelos y cuello diplomático o clásico. Las camisas adecuadas para un esmoquin son muy elegantes y no se pueden utilizar con otro tipo de traje.


Estas son las características generales que describen un esmoquin, pero en este artículo fijaremos nuestra atención sobre un tejido adecuado para un esmoquin invernal: el tartán o cuadro escocés.

Royal Stewart y Black Watch

La Navidad siempre está dotada de una atmósfera siempre mágica, y el tartán es un tejido que combina perfectamente con esos momentos festivos. 

Mario Moreno Moyano, alma creativa de Ottavio Nuccio Gala, utiliza para su colección Black Tie 2015, con dos clanes diferentes, originales y muy elegantes: el “Royal Stewart” y el “Black Watch”. 

Trajes de novio

El Royal Stewart, de base roja, es el tartan personal de la familia real de los Stewart y de la reina Isabel II. Todos los súbditos de la reina tienen que lucir este clan, pero es también el símbolo de los Royal Scots Dragoon Guards, de las famosas Guardias de Escocia, de las bandas de la rein, etc. 

A finales de los años ’70 este clan fue ampliamente utilizado por la moda punk, como símbolo de rebeldía pero, una década antes, se hizo popular porque Jackie Stewart, piloto de Fórmula 1, solía llevar siempre una faja de este cuadro sobre su casco durante las competiciones.




El Black Watch, es el que tiene predominancia de azul y es utilizado por los regimientos militares británicos. 

También se le conoce con otros nombres: Government sett, Hunting Munro y Hunting Grant. 

Muchos clanes militares llevan este tipo de tartan porque descienden todos del primer regimiento Black Watch que dió el nombre a este tejido. 

Trajes de novio






     
Artículo escrito por Alberto Mestre en el blog:" Trajes de Novio CMoyano".